Honda CB 750F por Sanctuary Tokyo West

Por Borja Arias @borjarias | Google+

Está claro que en cada continente o país siguen sus propias reglas y tendencias a la hora de customizar motos, bien sea por su propia cultura o sencillamente porque su mercado es o ha sido diferente en las últimas décadas. Un claro ejemplo de esto es Japón, un país con una cultura y tendencias automovilísticas que siguen líneas muy diferentes a lo que estamos acostumbrados en Europa. Esto se ve reflejado en muchas de sus preparaciones y tendencias actuales, y es que no debemos olvidar que Japón es la cuna de las motos superdeportivas.

Entrando en valores más concretos, la preparación que detallamos a continuación es un claro ejemplo de las tendencias en auge que se están llevando a cabo en el país nipón, las cuales están haciendo resurgir las motos de los 80' de estilo naked-deportivo. La formula es bien sencilla, restaurar y mejorar el rendimiento de motor y componentes con piezas modernas, y cuyo resultado puede llegar a ser bastante espectacular.

Como ejemplo te traemos esta Honda CB 750F preparada por Sanctuary Tokyo West, cuyo resultado ha sido una moto con un carácter completamente renovado, más deportivo y agresivo, que para nada tiene que ver con la base original. Para empezar, han desmontado por completo, descartando todo aquello que no fuesen a renovar, que ha sido casi todo.

Su diseño se ha mantenido fiel, mismo asiento pero retapizado, mismos colores y diseño pero con pintura nueva, así como sus ópticas, fieles a las originales pero de nueva orden, y el panel de instrumentos y claxon. A partir de ahí todo lo demás es nuevo y 'pata negra'.

Empezaremos por las suspensiones, habiéndose equipado el tren delantero con una horquilla convencional Öhlins de 43 mm, y regulable en compresión, precarga y rebote. En la parte trasera se ha equipado esta CB 750 F con dos amortiguadores Öhlins STX con botella exterior y regulables en compresión, rebote y precarga.

Para los frenos se han empleado discos dobles RCM de alto rendimiento mordidos por pinzas flotantes de doble pistón del fabricante Brembo en el tren delantero, mientras que la sección trasera cuenta con una pinza mono-pistón, también de Brembo, que muerde un disco lobulado. Ambos frenos cuentan con latiguillos metálicos y en el caso del delantero con bomba radial Brembo.

Para las llantas se ha optado por otro fabricante italiano, OZ-Racing, habiéndose decantado por el modelo Piega de aluminio forjado y cinco palos, las cuales calzan neumáticos Pirelli Diablo Rosso II. Las estriberas también son nuevas, se han retrasado y son regulables, y el kit de arrastre cuenta con paso de 520 en la cadena.

El motor ha sido reacondicionado con varios componentes mecánicos nuevos, vitaminándose con nuevos carburadores Yoshimura TMR-MJN de competición, un nuevo sistema de escape artesanal fabricado en titanio con terminación de tipo megáfono, así como un nuevo radiador de competición en la parte frontal, y todo ello gestionado desde el nuevo acelerador rápido que monta en el puño de gas.

Por último, y como parte de su nuevo lavado de imagen, se han montado intermitentes más actuales y menos toscos que los originales y de iluminación LED, unos nuevos espejos retrovisores de corte clásico pero más actuales, así como unos nuevos semimanillares que completan su nuevo aspecto más deportivo.

Personalmente y viendo el resultado de esta preparación, puedo decir que estoy redescubriendo satisfactoriamente la década de los 80.